A medida que el humo se disipa sobre legalidad del CDB, estamos viendo una increíble demanda en el mercado de productos de cannabis. ¿Y qué debe venir antes de los productos de cannabis reales? Bueno, antes de que los productos se manifiesten en botellas y recipientes de vidrio, la planta necesita ser cultivada. El proceso de cultivo de cannabis es el aspecto más importante de la entrega de productos de alta calidad.
Todo comienza con la semilla. A medida que la demanda sigue aumentando, se hace evidente la importancia de cultivar plantas hembra grandes y con ciernes. Los cultivadores buscan plantas femeninas grandes cargadas de resina rica en cannabinoides.
Dejando de lado las palabras elegantes, exploremos algunas razones por las que usar semillas feminizadas puede ser una buena opción para los cultivadores:
1. Es una garantia
Cuando una semilla feminizada está incrustada en el suelo, hay una garantía de que las plantas producidas serán hembras. Si bien hay algunas condiciones extremas de estrés que resultan en una respuesta de la hembra a ser hermafrodita, como temperaturas extremas, iluminación inestable y mala nutrición, existe una garantía básica de que la planta será femenina.
¿Por qué es esto ventajoso?
La planta de cannabis solo revelará su género después de varias semanas de cultivo. Por lo tanto, si una planta es masculina o hermafrodita, esto podría desperdiciar recursos esenciales (tiempo, dinero, espacio, etc.). Sin embargo, además de ocupar espacio, tener un macho en el cultivo también puede ser devastador para todo el cultivo.
2. Facilitar la carga de trabajo
Los críticos de las semillas feminizadas suelen afirmar que identificar el sexo de las plantas de cannabis es una tarea sencilla. Sin embargo, cuando se trata de un espacio limitado, resulta poco práctico cultivar a partir de semillas normales y luego eliminar casi el 50% de ellas por ser machos. Además, el proceso de comprobar las características masculinas podría dañar la salud de la planta a largo plazo. Desencadenar la floración prematuramente podría provocar un retraso en el crecimiento y, en última instancia, menores rendimientos. Para los cultivadores comerciales, los criadores especializados en semillas feminizadas ofrecen una forma de aumentar los rendimientos y, en consecuencia, las ganancias. Esto se consigue elaborando un producto rico en cannabinoides saludables.
3. Mejorar el fondo genético
La mayoría de las semillas feminizadas vendidas han sido sometidas a control genético y reproducción estricta. Esto se hace para que el obtentor pueda resaltar las características más buscadas y definitivas de esa cepa en particular. El resultado es un capullo que es rico en perfiles de sabor, es decir, terpenos, así como los cannabinoides. Este tipo de resultado es crítico para un mercado en el que los estándares aumentan cada vez más y el control de calidad se hará más estricto a medida que el polvo se asienta alrededor de la introducción de la legalidad.
Para aquellos que consumen marihuana medicinal o productos legales de CBD, la calidad debe ser la principal preocupación. En la incipiente industria de CBD, una gran parte de su crecimiento exitoso dependerá de la construcción de una base sólida en productos de calidad. Si bien no es la única forma de garantizar un producto controlado, el uso de semillas feminizadas ayuda a crear un entorno de cultivo más controlado.
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